A día de hoy en Gipuzkoa existen cuatro parques naturales, Aizkorri-Aratz, Aralar, Pagoeta y Aiako harria, que representan más del 15% del territorio guipuzcoano.
Se trata de verdaderos paisajes culturales, que muestran y ponen en valor los indivisibles vínculos que relacionan nuestro patrimonio natural y cultural. No en vano, cuando la interrelación entre la naturaleza y la actividad del ser humano genera a lo largo del tiempo realidades físicas complejas, antropizadas, entonces hablamos de paisajes culturales, y Gipuzkoa, con sus relieves de montaña moldeados durante milenios por la mano del ser humano es ejemplo casi “de manual” de lo que es un Paisaje Cultural.
Los centros de interpretación y acogida de los parques naturales son gestionados por la Fundación Gipuzkoako Parketxe Sarea.
Es un biotopo que acoge al río y al entorno del mismo, que de manera zigzageante baja desde la frontera con Navarra hasta el municipio de Andoain. Es un lugar muy interesante desde el punto de vista faunístico y florístico, ya que en él se fusionan el medio acuático y el terrestre. Sin embargo, el Biotopo no está aislado, y es un componente más de un paisaje mucho más amplio. Así, el Valle de Leitzaran en su conjunto, guarda un gran patrimonio cultural y natural. Por lo tanto, las características del Biotopo enriquecen al conjunto del valle, y viceversa. Si bien el patrimonio natural es muy importante, las actividades que durante largos años a conocido el río están aún muy presentes gracias a los vestigios que a día de hoy se conservan.