En los más de 100 años de historia de áreas protegidas hemos vivido hitos cruciales: desde los primeros parques nacionales declarados por su grandiosidad y simbolismo hasta el desarrollo de la Red Natura 2000 donde están representados la mayoría de ecosistemas terrestres y marinos.
En las últimas décadas hemos aprendido que la conservación de la naturaleza es esencial para responder con mayor éxito a los impactos derivados del cambio climático. También sabemos que las áreas protegidas son lugares estratégicos en las políticas de desarrollo rural. La buena gestión de las áreas protegidas no sólo contribuye a mejorar el estado de especies y hábitats, sino que aporta multitud de servicios al conjunto de la sociedad, visitantes y habitantes.
La reciente crisis sanitaria ha hecho aún más visible la necesidad y dependencia humana de espacios saludables. La “nueva generación” de parques está llamada a afrontar nuevos retos globales a los que dar respuesta local, con nuevos enfoques que enriquezcan los avances alcanzados, con la incorporación de nuevas generaciones de personas activas, creativas y comprometidas.
Más información